[#3] Siete poemas de Emira Rodríguez (Porlamar, 1929 – 2017) ~

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Emira Rodríguez / Archivo de la Biblioteca Nacional

***

Emira Rodríguez nació en Porlamar en 1929. Es poeta, pintora y artesana. A partir de 1970 comienza a publicar sus poemas y relatos en diferentes revistas españolas y venezolanas. Autora de los poemarios Relaciones (1971), La casa de Alto (1972), Malencuentro pero tenía otros nombres (1975), reeditado en 2008 por la Fundación Editorial El Perro y La Rana, y Como sueños ajenos (2001). Falleció el 16 de febrero de 2017. 

***

regresé al puerto
cuando los alcatraces
volvían al farallón
                               aquella noche

olí despacio los aromas que
cortaban el aire
el hombre de los ojos rasgados
me dijo:
tú eres la hija de gaudio

yo no sabía por qué
después de tantos años
cuando los faroles encendían
las esquinas
frente a las cancelas
                               me eché a reír conmigo

De La casa de Alto (1972)

***

cuatro dos uno siete dos conclusos con perfiles
de plumas sagitarias giran las cometas
malencuentro te llaman cara cortada
bejuco amarillo colinas de capricornio
en mil novecientos setenta
éramos siete caballos y una cometa
boquerón agrietado, no lo sabremos malencuentro.
xochitl la flor ya te habrá perdonado
entre cuchillos
¿cómo hace uno dime cómo hace?
¡qué absurdo qué ausencia!
dices todo para adentro paz
es todo. lamia bella dama yo te decía que no debías
pensar en ello
ella juega, ella también, los bancos
atestados y todos atentos al juego
entonces cierra las cortinas cierra los velorios
y conserva bocanadas de ira contra nuestros dioses
nuestros piaches ocultos
malencuentros

***

a eunice odio

la muerte de un amigo
los gajos de claveles se secaron antes de las doce
materia corruptible, eunice, ayúdanos, mándanos al
arcángel o llora con nosotros o mejor
enséñanos a cantar con rosamel que estamos ya
cerca de la montaña
te derramas de tus propios límites una explanada
incierta vulnerable imprecisa frágil
xochitl no, que no llegaste a tiempo cuando
florecieron los lagartos hubo uno que largó
la cola y eso que había aprendido a repararlas
me pongo a gritar: “malencuentro
entro    entro    entro    eeentro”
¿hasta cuándo? ¿qué haces mientras las lavanderas
parecen ovejas negras desparramándose sobre los breñales del río?
Será que no te diste cuenta de tu
ausencia hasta la una
después del meridiano

***

déjala. deja esa luna frente a su espejo
como un acto fallido como una iniciación
ya sé me lo dijeron la otra tarde cuando encontramos
las iguanas estaban todas alineadas parecían
pajaritos o flores moradas del desencuentro. cuando
hallo pajaritos azules o morados o iguanas me subo
a la piedra grande la piedra del conejo
hombre, tú, el ungido eterno inmemorial y abundante
me dan ganas de ponerte mercurocromo
copas prostitutas bajaras hasta un chucho quizá.
está lloviendo a cántaros a chuzos a hojillas
de afeitar llueve como si no tuvieras más nada
que decir como lavando las espumas sucias
que recubren las fuentes como las fuentes que se
secaron hace diecisiete días al salir la luna nueva
había un montón de nubes rodeándola ella no sabía
nada de lo que tenía que pasar
y se puso más amarilla que nunca luna de ictericia
traía muchos colmillos de jabalí colgando
catorce veces uno son dos siete
baja de los barrancos malencuentro ahora
estamos escuchando las historias de los muertos

***

1
Emira Rodríguez / Archivo de la Biblioteca Nacional

barinés viento peligroso
volvimos a las llanuras del jaguar
del tigre mariposo como una piedra en medio
no se alejaba nunca y nosotros con ella
bastaba una presencia un soplo
un barinés hurgando las raíces
oraciones hacíamos por ella en noches de lugares
lejanos queriéndonos
desde hace mucho tiempo el rumbo
                                                                   las distancias
diferentes desde hace mucho tiempo
las hojas persiguiéndose sin volver a verlas
mirando los conjuros con humor voluntario
casi hilarante
sintiendo todo tan sencillo constante y la
sepúlveda ausente secándose la laja del río
arrojando años atrás el musgo
así tenía que ser tan simple

***

los hombres querían matar los tábanos
los hombres amarillos
los hombres usaban las hojas de tabaco
empulpecidas ensalivadas para matar los tábanos
si-kar y el humo sobre los cuerpos soplaban
dicen las voces lo cuentan todavía
dicen gotas de agua en hileras de gotas de agua
amarillas donde están todavía
los no nacidos donde estaban antes que se escapara
la noche de la gran calabaza
bajaban el curso de los ríos así dicen
los desana lo dicen y la gente de wanadi
el bueno en una serpiente canoa
con color negro con ramas
a través de la piedra horadada
por los raudales
vaina musácea con semillas dentro
en hileras canoa serpiente con hombres
no nacidos adentro en gotas de agua
en semillas de gotas de agua

***

los hombres que parecían estrellas se fueron
al cielo en un caballo
por aquellos días las aguas estaban desatadas
los cabellos sueltos greñudos con mucha furia
no era sino en las zonas paludosas donde se
sumergían las palumelas no sabíamos aún cuando
tenía que comenzar la cuenta
todos esperando el paso de la bora y los mogotes
aguas abajo
desde que lo contaron aquellos hombres
con señal escondida en las piedras del agua
la de las dos hermanas de los castillos
a la entrada del río la que bajaba caudalosa
era de tiento el remolino de la laja
las burbujas violentas todo limos el fondo como lago
una leyenda de mujer protegía
los encuentros engaño decían ellos
ninguna furia desatada sino con mansendumbre
creíamos morir de frío
sin ver aquellos hombres en la corriente
dijeron que todos los colores se juntan en la muerte
no lo sabíamos

De Malencuentro pero tenía otros nombres (1975)

*

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3 thoughts on “[#3] Siete poemas de Emira Rodríguez (Porlamar, 1929 – 2017) ~

  1. Sorprendido por los textos de Emira Rodríguez. Abrazos desde La Patagonia, Chile.
    11/04/2017 Marcelo Seguel Bon.

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    1. Sí, Emira Rodríguez es maravillosa. Pronto tendremos uno de sus libros en nuestra cuenta ISSUU. ¡Un abrazo!

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  2. Hola Oriette, gracias por compartir los poemas. Yo vivo en Estados Unidos, me gustaria comprar un libro de Emira, sabes si es posible? Mi nombre es Maria y soy su nieta de su primer casamiento en Italia. Estoy tratando de aprender sobre su trabajo, pero me gustaria tener un libro en lugar de leer por internet. Muchas gracias.

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