Cinco poemas de Edwin Duarte (Venezuela, 1996)

Edwin Duarte (Táchira, Venezuela, 1996). Escribe desde hace 10 años. Tiene un libro de poemas terminado con el que participa en concursos, sin éxito; un libro de cuentos cortos y un proyecto de novela. Hace cinco años vive en Bogotá, Colombia. Estos cinco poemas se escribieron a finales de enero de 2023. Está en Instagram como @edu88induau77rte. Esta es su primera publicación. 

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En el principio – Dios creó al mundo.

En el principio Dios creó al mundo del que crearíamos un mundo

de cosas. Nos dio la facultad de nombrarlas.

Nos dio la flor para llamarla flor.

Nos dio la moneda para llamarla moneda

y a su vez crear al cambio y decirle cambio.

Dios creó al hombre

y la mujer

verdaderamente a su imagen y semejanza.

Al hombre y a la mujer dio Dios

su facultad magnífica de crear objetos.

Objetos que imaginamos en una habitación oscura donde no hay nada.

Formulando un objeto que no existe por primera vez antes ojos de cualquier humano.

Objetos que otros habrán a lo mejor intuido.

Dios hizo que el hombre

hiciera a Dios para llamarle Dios

y fuera Dios entre los hombres.

Dios por esto existe verdaderamente entonces.

El hecho de haber creado a una multitud para que le sirvan,

dice que él existe.

Dios quiso que el hombre

tuviera su misma facultad,

esta es su herencia.

Quién sabe si la alianza verdadera.

Dios creó al hombre para hacerse la idea

de que mientras haya ideas que hacerse

será infinito.

Tengo que dejar esto quieto. Para

que lo puedan ver bien. Gatos

gatos gatos gatos gatos.

Hasta que hasta que hasta que

la vista se aturda y esto que he dejado quieto para ustedes

empiece a moverse y combinarse con

el resto.

Querido movimiento, pequeñísimo movimientatrás.

Atrás que va para delante.

Uno 1 1 1 dos 2 2 2 NADA

Mente de hueso, cadáver del tiempo.

Pasón de nube, pasa con fuego en el rábito, buscando agua.

Supremamente interesante. Estupidezzzzzz.

Finfinalmente es como si del monte y los matorrales

una población nomádica apareciera después de 3507 años de aislamiento.

Estoy temblando.

Desilusión del porvenir por las cosas no hechas.

O tan siquiera mal hechas.

Torpe, desesperación, quizás no haya ya pan para la misa.

Matizada cresta puntiaguda, si ha sido buena la

quijada.

Tonterías. Otra vez.

Puede salir mejor. Si se acomodaran las balanzas pesando

la inmadura clorotipia.

Verde la manzana, canta el grillo emparamado.

 

Acabade romperse el material

y dejó más de mil cositas sin querer

Ahonde abrevarán tales en qué fuente

disecadas en rotación de combustibles permanentes

Terminó por ceder a la presión heptajeranio de miles

y miles de centícúbicos metros

para que acabara de romperse la hediondez

como un vieja que cocinara cabezas de cerdo

Inexplicablemente pero así es Aplastándose

calladamente asia la vida Arrastrándose

planetariamente ala periferia

bolbiéndose pelota

 

Un cadáver piensa

que cuando entramos

es que en verdad salimos.

A modo de revelación.

El cadáver que murió recientemente tiene una facultad profética

de darse cuenta.

El cuerpo caliente, no vivo sino muerto, que sigue pensando

más allá dela muerte, más acá de la vida, encontrándole al placer

el agujero

por donde meter el dedo.

Y escarbar.

¿Para qué querría un cadáver recientemente muerto de un alcólico

escarbar en el ollo de la muerte?                                       (hoyo-hollo-ollo-olla, tiene sentido)

Un cadáver se muere después de huesos rotos, sueños rotos, corazones rotos, bancas rotas,

se muere y piensa que pensando

a lo mejor y nunca yba llegar a nada nunca nadie ni sí mismo, ahora muerto.

Estar muerto es la decisión más inteligente que se puede tomar estando

muerto.

Pero cómo saber?

 

Me despierto

mi cabeza junto la cabeza

de una iguana que está muerta de frío.

La pobre iguana que está muriéndose de frío

a mi lado y yo sin poder hacerle nada!

Le acaricio y le digo cosas tiernas y no quiere moverse No puede

moverseay no se mueve!

No quiero que esté muerta, que ya no sufra pero a lo mejor está muerta

Estará muerta ya la pobre

y desde hace un rato santificado. Tendré que hacerle

una pequeña corona de ceniza.

La despido, le beso los ojitos, que todo va estar bien, pero no hallo qué decirle, haber si se mejore, haber si le consuelo.

Entonces quiero que esté muerta, que ya no sufra pero a lo mejor no esté muerta.

Pobre pobre iguana debatiéndose

entre los deseos de alguien ajeno haber si muere! haber si vive!

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