Tres poemas de Leandro Alba (España, 1991)

Leandro Alba (Valladolid, España, 1991). Graduado en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca, ha publicado una selección de poemas en la I edición de la revista literaria Casapaís y en la II edición de la revista de poesía Caracol Nocturno, además de en las revistas digitales Letralia y Taller Igitur. En la actualidad, se desempeña en el sector de la publicidad y el marketing, y ha ejercido el periodismo en diarios digitales y en radio.

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Poema en el barco

 

Poema en el barco

snorkel

agua cristalina

peces

pena, soledad, algo de distancia, algo de pensamiento, algo de por qué no hacer esto juntos, cómo sería tu piel mojada después de subir al barco, cómo sabría tu boca después de dar un trago a la cerveza fría bajo el sol de la cala, sigo buscando pulpos escondidos o alguna estrella de mar que refulja, pero el único reflejo es el de nuestra cara llorosa, estás sellada a las rocas que diviso con mis gafas de buceo, esas rocas chocan con las paredes de mi cráneo cuando me sumerjo; si me ahogo será por mis gritos huecos; es verano en un paraíso y estoy deprimido aunque no se note demasiado.

 

 

I

Un hombre tomando en brazos a su nieto dormido

a distancia del resto de personas que festejan,

-lo sé porque lo vi en un video: era mi padre-

todo comienza con una corriente de agua fresca

que reblandece nuestro cabello y lo prepara

para ir soltando sus gotas poco a poco, llenando

con su rastro el pavimento seco; queremos observar,

después de unos días, las huellas del agua:

aunque no lo creyéramos en un primer momento,

las gotas siguen cayendo. Sé que nos anegaremos

juntos

dentro de unos años.

 

 

II

Ya nos asomamos

desde uno de los agujeros de esta crisálida

donde estamos terminando de formar

nuestros huesos,

pero a medio abrir aún los párpados,

no seguros todavía de tendernos al futuro.

Nos gustaban los fluidos que nos mantenían

con vida, las voces acuáticas que distinguíamos

con dificultad.

Ahora ya va entrando la luz

y se desvelan completamente distintas

nuestras imágenes primeras,

 

¿sostenemos entonces todas aquellas ficciones?

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