Tres poemas de José Manuel López D’ Jesús (Venezuela)

José Manuel López D’  Jesús (Mérida, 1990). Doctor en Filosofía, escritor, músico y profesor de la Universidad de Los Andes. Ha ganado el premio de Poesía Gelindo Casasola, concedido en las Jornadas de Creación Literaria ULA-2010, y obtuvo en el 2014 mención honorífica en el (DAES) por su libro La liturgia. Ganador del Concurso Ecos de la Luz (2019). Ha publicado las plaquettes Sinestesia disonante (2012), Réquiem (2013) y el libro Relicario (2020), los tres por la editorial chilena Los Poetas del 5. Además publicó el poemario El jardín de los desventurados (Fundación La Poeteca, 2018), Vestigios (Editorial Palindromus, 2021). Visionarios del Ruido (UARTES, Ecuador). Su más reciente libro es Diario de una Huella (El Taller Blanco Ediciones).  Forma parte de Amanecimos sobre la palabra:(Team Poetero, 2016), Me gobierno (LP5, 2020) y de la antología Especial de poesía venezolana (Fundación Pablo Neruda, 2021).

*

I

Las paredes aúllan
cuando los zócalos arden
el frío las ensordece
como el arco de un cello
a punto de quebrar.

Oscuridad y soplo
el rostro inflamado

detrás de la confesión
arde la herida.

La ceguera sabe que el dolor
punza el miedo
al abrir los ojos
la agonía inventa
otro color
pueril
liviano.

Si construyo las rejas de mi cuerpo
Olas iracundas asaltan
mi tronco hasta sepultarlo
junto al aire que vomita
mi huella.

Hay días en los que las luces del pesebre
se queman
el agua por los grifos rebosa
fría, muy fría
los pájaros aún no son el atisbo.

*

II

Semana Santa

Lunes
Suele andar la cucaracha por un terreno grumoso
esquiva las alcantarillas
pero una terrible ráfaga
hipnotiza su vuelo.

Martes
Quieta es la tempestad de los huérfanos
sobre el casco de magnolias
la mudez se erige.

Miércoles
El aulllido del piano
es un sacrificio antes del borboteo:

Pulgar
             índice
                          meñique
tocan una escala repleta de sostenidos
detrás del trigo se encriptan.

Jueves
Así se laven nuestros pies
el perdón no comulgará en nuestros labios
toda la quebrada ensucia:
alarido que no sale.

Viernes
Hace falta dos cruces
por no confesar:
                                                                la hecatombe
                                                 rompe las manos en el mismo vórtice
                                                              los dedos
                                                               acarician el tumor
                                                                   color de la muerte

Hace falta   dos cruces
como estampa del arcoíris
que se engendra    en el ensueño
círculo azulado
en plena extinción

Sábado
¿Y si nuestros gritos nunca son escuchados?

Domingo
Hay una resurrección en el músculo
allí, la cólera no penetra
                                             como si el arco estrangulara la humedad
                                             en el cofre de las gotas acortadas sobre la grieta.

*

III

Inexorable es una hoja
flor de odio
se aniquila
con la máscara abajo,
cicatriz.

Inexorable es el verbo
de segundos indelebles
es el temblor,
hálito que sueña.

Soy el demiurgo de la aniquilación.
el cosmos sabe de mi calvario
en los nichos del adiós.

 

Hay cenizas que se adhieren al cuerpo
Soplan con el mismo brío.
Hay cenizas que se clavan en la mirada
Sin ellas no se puede cantar
¿qué somos luego del aliento fatuo?
¿de la palabra sin sonido?

*

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