Tive Martínez (Segorbe, Castellón, España, 1969). Es autor de varios poemarios inéditos. Nació y creció en un pequeño pueblo de Castellón. En la actualidad vive en otro pueblo todavía más pequeño de la misma provincia. Trabaja de conserje en una escuela pública. Ha practicado el intrusismo en la industria cultural. La Abaporu/Urutau publicó en 2023 su traducción de Cinema Orly, novela de Luís Capucho. Es parceiro de dicho autor, quien puso música a sus poemas “Poema Maldito” y “Camuflagem”, así como en el álbum “La Vida Es Libre”, donde hizo adaptaciones al español de canciones de este artista brasileño. Actualmente colabora con Caballo Corazón en el lanzamiento del single “Algo(de)ritmo”, mientras procura nuevas parcerías.
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Del otro lado
un tramoyista —qué digo
un alma penada en las sombras detrás del telón
testigo de la quimera, asiste al tejemaneje
por las descosidas hechuras del traje de luces
espectador solitario que no aplaude porque tentó
la argamasa oculta por dentro de la máscara
en mala hora respiró aquel engrudo
en los pespuntes de la oscuridad
como condena contempla sin ser reparado
eso que nadie quiere ver sobre el escenario
los rostros del público que miran al otro lado
del espejismo
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Como el trébol
si es capaz el trébol más villano de extender bajo el cemento
su rizoma
si le sirve cualquier rajadura en el asfalto —ese pegamento del diablo
el peor de los venenos jamás inventado
si el triste pavimento ofrece al trébol dónde tender reclamo amarillo
para atraer donantes a su cebo
¿iba yo a ser menos?
como el trébol entregaré fragantes recompensas
dulcísimo néctar a cada roce
ya sea beso de avispa pelitos de abeja
lengua de colibrí espiritrompa
para recibir a cambio el preciado polen
entre mis pétalos
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Derecho de indeterminación
por qué no reconocemos de una que estamos solos
el uno, el otro y todos los demás
que el abecedario y la geopolítica
apenas nos contienen hasta salir del nido
que estamos de paso y al azar en una tierra
que solo nos dará su abrazo cuando sea tumba
por no hablar de las banderas, de batallas perdidas
por antepasados más que diluidos en la genética
que todos somos extranjeros, extraños en nuestro cuerpo
todos putas, hijos de puta y maricones
putos traidores al niño que dejamos atrás
abandonado en la única patria, putos exiliados
jodidos transeúntes, malditos huyendo de por vida
pues con independencia de los derechos de cada uno
nada está determinado
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