Neysaraí Paz Pérez (Ocumare del Tuy, Venezuela, 1997). Estudió Letras en la UCV, donde obtuvo el primer lugar del Concurso de Cuentos de la Escuela de Letras por el relato No te culpes (2017). Es escritora y ha dictado talleres de creación literaria en Libre Albedrío Agencia y en la Biblioteca Los Palos Grandes. Su cuento Gardenia (2022) fue publicado en Contar +: Antología de relatos ganadores del concurso “Relatos Breves Diversos”. Sus poemas “Polillas quedan” y “Otra de tantas” fueron publicados en la revista digital Digo.palabra.txt (2023) y su relato “El peso de las cosas” fue publicado por la revista Virgulieresis (2023).
*
Sapo sapito
El corazón tiene forma de sapo
gordo, bulboso, latiente
sube, baja, croa
respira por las válvulas
lo sostienes entre las manos,
lo cuidaré, porque tú no puedes sola, dijiste
aprietas
presionas
los dedos tapan las válvulas
y me ahogo
sabes que me ahogo
mis costillas implosionan
un hueso me perfora, me lo mata
el corazón cae y rueda
rueda, rueda
hasta mi cuerpo tirado
¿Cuándo me eché aquí?
En este suelo, al ras de tu zapato.
debajo de la suela, escucho el croar
A este corazón tan mío le crecen piernas
¡salta!
¡salta!
¡huye!
de vuelta a su cueva de carne cayendo
a la apertura de mis costillas
al núcleo de sangre
sangre de tus dedos
a las válvulas
le salieron dientes
beben y devoran los restos
para revivir a este órgano abollado
que croa solo para mí
*
Lección de dibujo
Para mantener y restaurar el retrato
con los trazos a medio hacer
que quedó después de tus manos
hay que dibujar todo de nuevo
definir
rayar
oscurecer
afincar hasta romper
la punta del lápiz
atravesar la hoja
apuñalar la hoja
dividir la hoja
al trazar una línea fuera de lugar
corregir el rumbo
coger un borrador
sacudir con la mano, agitar en el aire
soplar el papel
definir
rayar
oscurecer
es necesario bordear el trazo con escarcha
cortar el dedo anular
pintar flores de acuarela
dejar la sangre correr
marcar huellas dactilares
doblar en cuadritos
hacer que quepa en la boca
tragar hondo
pasar con agua
se recomienda dejarlo secar en el estómago
*
Ya no
a Idea Vilariño
ya no eres mi familia
siquiera eres mi amigo
eres tú
tú en mi vida
mi amor delirante
mi amor de silencios
mi amor primero
mi
único
amor
no conozco un mundo
donde no lo seas
pero existirá
existirá un mundo
donde ya no
serás tú
ni serás tú especial
ni serás inmenso en mi
memoria
en ese mundo
serás anécdota
que se escapa
entre tazas y amigas
serás solo un nombre
rodeado con los vestigios
de mi ternura
*
Agonía de mariposas
la muerte se tragó todas nuestras mariposas
se sentó en la cama
dividió mi estómago
como todas las noches
y sacó la aguja.
Ya conoces la rutina, dijo.
hiló una a una
desde las más grandes
hasta las crisálidas secas
tu vientre no produce orugas, dijo.
crujen
crujen
crujen
agonía de mariposas
un papel arrugado
sobre la herida que, si la tejes, no se cierra
*
Eva
Parirás con dolor,
dijo Dios
emulando al marido
entonces, a los trece preparó mi cuerpo
lo redujo a útero
y desde esa única boca
lo hizo hablar
cada mes
el vientre
me rompe los huesos
contamina la mente
se expande
sangra
amputa las piernas
empala la espalda
hasta dejarla recta
luego me invita a la náusea
vómitos de tristeza e infancia
golpea y punza con millones de agujas
el recuerdo de que aún no muero
de que respiro
este mes
suplico
que me rompa de nuevo
y me salve
de parirle
una vez más
al marido.
