Cuatro poemas de Marco Montes Tercero

Alexandra Levasseur
Alexandra Levasseur

 

Un gato y el silencio

Te vemos perdido, sin sueños
persiguiéndote por pasillos eternos con una escoba en mano
queriendo golpearte con ira hasta dejarte inmóvil
y así, ser libre.
El gato es veloz
el tiempo se anida en tus bolsas
se hace pesado el aire
y sientes miedo
los sonidos viajan como estrellas fugaces
y tu libertad se ha hecho un hermoso gato negro
y  como tu lloramos
colgados de tu amplia espalda:
somos esas voces
los instantes que se repiten
los números de donde puedes aferrarte
y levantar la cabeza que estaba sumergida.
Soñemos
soñemos padre con que tu existes
con que las personas existen
y tomémonos la cabeza con las dos manos
y dejemos de pensar
dejemos de recordar y asociar la nostalgia con este instante.
Te vimos, desde el oscuro silencio
mientras acababas el mundo con tus ojos
en ese tiempo no era yo al que veías
sino a mi silueta sobre aquella pared que  te impedía el abismo.
Nunca te dije
que en aquella tarde en la que llorabas
pretendí cantarte mientras saltaba a alguna de tus lágrimas
tenia sed bien lo recuerdo
y todas las tardes se hacían una en la sala de los abuelos
una luz blanca aparecía
haciéndonos olvidar
y mis manos no eran una metáfora de las sombras
si no una simple figura que me protegía de la luz.
Los sueños
los sueños son intermitencias
luces parpadeantes
pestañeos
una sola lágrima cayendo mientras haces el amor
una bolsa de plástico haciéndose aire 
y te detienes a presenciar el humo formando los pulmones
y te detienes a escuchar a un ser que canta a la mitad de la calle
siente el asfalto padre, es ahí donde nuestras tristezas se evaporan
y es ese el roce más cercano que tenemos hacía la trascendencia
nunca me diste un consejo
pero si así hubiese sido
me dirías que me quede
que me enamore de una muchacha triste y virgen
que represente todo lo superficial de esta ciudad
que olvide los alaridos que tu amada lanzaba al aire
y que espere el sol a medianoche si fuese necesario.
He despertado esta tarde padre
y adormitado te he hecho un mapa
llenando la casa de pequeños mensajes
cual plumas dormidas en el viento
cierra los ojos
descífralos
y cuando así sea
vuela junto a mí
hacía cualquier desierto
y entonces buscaremos nuestros granos de arena
el grano con los ojos perdidos seré yo
y tu el grano que aún duerme junto a los demás.
Padre, éste sueño se ha prolongado
más que nuestra voz
más que cualquier acuarela hecha paisaje
¿ves, que en nuestras manos se van grabando todas las imágenes que han perdido nuestros ojos?
Pronto
pronto seras una arruga padre
y charlaras con el viento, de la vida
de este instante
y estarás sólo
aunque el mundo te acompañe
y yo aparezca con tu chocolate favorito
estarás solo
porque siempre hemos de estar solos.

=

Sobre el fin de un sueño

Y los peces nadaban
tocándose las aletas
compartiendo el viento que tenían
un hombre los veía
y sentía celos de su agua
y con su lanza los mataba
el hombre vestía de blanco
sus ojos eran el cielo
sin el sonido de las nubes
comía a todos los peces
pretendía obtener su agua
la arena en el fondo
se hacía piedra
la esfera entera giraba
los mares se mezclan
con el fuego
y el fuego con la tierra
y la tierra con el viento
Y los peces nadaban
tocándose las aletas
compartiendo el viento que tenían
y los deshechos del hombre eran tierra
de la que salían esferas
con las que el hombre veía
sus ojos eran el cielo
sin el sonido de las nubes
la esfera entera giraba
los mares se mezclan
con el fuego
y el fuego con la tierra
y la tierra con el viento
la esfera entera giraba
compartiendo el viento que tenían
los peces nadaban
tocándose las aletas
un hombre los veía
sus ojos eran el cielo
se hacía piedra
la esfera entera giraba
y el fuego en la tierra
sin el sonido de las nubes.

 

“You are sleeping.
You do not want to belive”
(“Estás durmiendo.
Tu no quieres creer”)
The Smiths.

 

¡Vamos acerquémonos al autismo!
veamos las flores
ruinas de alguna civilización de los sueños
veamos las casas tan inmóviles
fotografías de nuestros más antiguos deseos
todo esto lo habíamos soñado
la humedad de las paredes eran nuestros mapas
las telarañas nuestros pabellones
deseábamos cambiar toda la realidad de entonces
y ahora estamos aquí
sin rumbo
vamos, acerquémonos al autismo de nuevo
soñemos cosas felices
quizá sea bueno que esta vez sean cosas felices
niños riendo
risas en lugar de la distorsión conocida cuando el sonido se pierde
colores vivos
rojo y amarillo
¿por qué repetir?
Y hacer de nuevo el cielo blanco y las nubes azules
rojo y amarillo
que todo sea rojo y amarillo
llanto
llanto de dientes y labios
abrazos en lugar de muerte
muerte
muerte
asesinato
muerte
sonrisas
miedo
sí, miedo
por que yo también soy parte
de este sonido que les llega desde la neblina
y estoy harto del miedo
muerte y asesinato
todo está en mí
todo es un sueño
que todo sea rojo y amarillo
acerquémonos tomados de la mano hacía el autismo
todo está ahí
en una sola mancha
en una mancha de jaguar
y ahora me voy
sobre mi jaguar
hacía el autismo
y ahora todo será rojo y amarillo
adiós sombras malolientes  
ya nas los veré nunca más
me voy con mi jaguar
a entender su mancha
y voy abrir mis brazos como si volase
y si que voy a sonreír cuando sienta el viento
llanto y sonrisas serán mis lágrimas
y mi cabeza una serpiente ondeando hacía el cielo rojo
y me acariciaran la nubes amarillas
sombras malolientes, saben
desde aquí
se ven como pequeñas hormigas
caminando hacía un agujero
no se sigan
no sigan a la hormiga de adelante
vamos, acérquense al autismo
tomen su bestia y vuelen hacía aquí
vamos, no vayan al agujero
suban, yo los tomaré con mis brazos
les cantaré esas canciones de cuna
que sus madres les cantaban
y entonces verán, como todo se hace rojo y amarillo
ja ja ja
había olvidado que todo esto era un sueño
que ustedes pequeñas hormigas
tan solo son esferas con las que juego
haciendo malabares
solo queda la huella de su desaparición
y este miedo a la soledad
hormigas vuelvan
vuelvan
vuelvan un segundo
y hagamos que todo esto sea rojo y amarillo
escuchen
¿Escuchan la música?
Vuelvan
vuelvan hormigas
y hagamos un circo
un zoológico
un patio donde ustedes me hablen
y yo las escuche
donde me den besos en los dedos
y yo les sonría
y no este solo
y nunca más este solo
hasta que un día
ustedes lloren cada noche
y me muerdan los dedos
y yo les hable
y ustedes no escuchen
y me pedirán de nuevo lo mismo
yo recuerdo lo que me pedían
lo único que decían
esto es otro sueño
es otro sueño donde ustedes quieren morir
y me muerden los dedos
y no me escuchan
y a mí me duele
la soledad
la verdad
la repetición
sí, volveré a arrancarles los dientes
volveré a ahogarlas en el océano de nuestro patio
y repetiremos esta escena
en otras vidas
lo haremos tantas veces
que nuestra visión aumentará el nivel del mar
y entonces nos esconderemos  sobre las montañas
y llegará el día en que nos cubra por siempre
y quizá entonces todo será rojo y amarillo.

=

¿Cuantas veces leerás este poema hasta que lleguen nuestras cejas a ser nubes?

 

Para ti, el único motivo
en mí deseo
de que los recuerdos prevalezcan.

 

 Acércate a mí y haz un circulo con tus manos
escucha como se disuelven los pasos del lobo con ojos de aguja.
Siéntate a ver la luz
y hagamos de ella una bola de papel
llenémosla de música
demosle un beso y lánzemosla al vacío
unta un poco de saliva en tus dedos y abriga tus ojos.
No hay frío Kristina
recuerda que la neblina es solo ese dolor que aparece en las tardes
y que retuerce tu cabello
que seguimos cayendo 
tratando de romper el viento
para dejar de ser estrellas fugaces
y ser la luz de algún sistema solar.
Ahí está el cielo
el cielo, pequeña
el cielo no es rojo  
tan solo es este espejismo que hace al universo sepia.
Aveces, cuando camino por aquel adoquín infinito
y sigo a la luna
me llueven tus pestañas en silencio
caen en mi rostro
y vuelvo a sentir tus manos esquiando sobre mis huesos.
Como pasa el viento amor mío
como nos gasta cuando baila sobre nuestros labios.
El fluir del agua se hace más fuerte que nuestras voces
nos proyectamos en alguna mente
o en algún mundo
que bien puede ser un relámpago
o una gota que llega a la mar;
imagínate Kristina, cerrando los ojos y rugiendo junto a la mar
y yo, buscándote entre el bramido y la imagen fugaz de dos gatos haciéndose el amor sobre la tierra
dejando como grabado del instante, a las montañas.
Sería hermoso que siempre nos recordaran
y que apareciésemos en alguna alucinación.
Nuestra vida sería como la soñaste
y nuestra realidad un acorde que se repite
resonando en el espacio
que vemos, desde alguna canoa
donde las neuronas se hacen auroras en el cielo.
Quiero creer que la eternidad de tus ojos no son parte de está pesadilla
que cuando amarramos nuestras manos todo espejismo se detiene
y que el código que descifro por la noche, se cae.
¿Cuantas veces leerás este poema hasta que lleguen nuestras cejas a ser nubes?
No te aflijas, la luna también llora por el sol después de los eclipses
esperemos vernos otra vez, cántame cuando así sea
cántame aquellas canciones que sonaban de tu voz
en algún lugar recóndito del planeta que habitamos
y sonríe, haz ese mismo gesto con el que cubrías tu tristeza
haz que recuerde los colores, las formas
y la primera noche que te tomé con mis piernas
sueña conmigo y apareceré en donde estés
y sea cual sea tu forma haré de mi hogar lo que fuere tu vientre.
Ahora, amo tu silencio
me hace recordar el inicio que esperaba dormido en tu aroma.
Créeme cuando te digo:
Somos seres básicos y nuestros cuerpos hojas de papel en la que un niño recuerda el lenguaje de sus                                                                                                                                                               poros
que nuestro camino está marcado en el meridiano de nuestras manos
y tú puedes ser el viento en algún otro sueño.     

=

 

Marco Montes Tercero. Co-editor en 90’s Plaquettes, declamador de poesía solemne y folclórica dentro de las rutas extra urbanas en Xela, estudiante de derecho frustrado y arrepentido en sus tiempos libres y lector de tiempo completo, miembro del comité organizador del festival internacional de poesía de Quetzaltenango, Guatemala. Incluido en la antología de poesía joven de Quetzaltenango e invitado al festival multidisciplinario de arte Proyecto Posh en San Cristobal De Las Casas, México. 

One thought on “Cuatro poemas de Marco Montes Tercero

  1. Tu escribes como los ángeles, eres un gran poeta y me siento orgullosa de ti hijo mi, ya Que tu fuiste y eres el gran amor de mi vida. Te amo

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