
INTRODUCCIÓN
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Ocho: dividir en dos el final del cable y pelarlo. Nueve: cortar la muñeca izquierda con un cuchillo. Poner los cables pelados y taparlos con esparadrapo. Diez: enchufar a la corriente.
De la película “Soy un cyborg, pero no pasa nada” (2006)
Embrión, el azar en tu cabeza, pero – ¿Embrión, tienes cabeza?- No me responde el hijo que fecundaste en mi vientre caníbal – ¿Será que mi útero hambriento de ausencias se comió a mi hijo?- No, no me responde la manzana engusanada y los gusanos envenenados tampoco quieren seguir bailando. Observo, como una luciérnaga apagada, las luces de neón con devoción, le rezo a la cruz violácea, le rezo al aire. Me duele el tiritar de los pajarracos, mis venas son alambres de cobre número cinco, mis ojos dos bombillas led; no tengo baterías. Los hombres de blanco se llevaron a mi hijo, se llevaron a mi hijo y en su lugar pusieron en mi vientre un conejo robot. Acaricio mi conejito, lo pongo en mi regazo, está tan frío, está tan frío, su pelaje es extraño parece metal pero yo acaricio a mi conejito. Me ha picado un colibrí. No tengo útero, se llevaron mi conejo, no tengo casa, se llevaron a mi hijo, no tengo ojos –esos, sí me los comí- ¿Dónde está tu hijo? ¿Dónde está tu útero? ¿Dónde está tu conejo robot? No tengo cabeza, soy un embrión. No tengo cabeza, soy un conejo. No tengo cabeza, soy un montón de huesos arrastrados que buscan la cabeza. Caballo negro, no eres mi corcel esta noche, pero llévame. El retorno a casa es un laberinto de cabellos rojos.
PASO 1
Manifiesto de un delirio dentro de una taza que no es una casa pero que sí sirve para dormir.
Niego a mi útero y a mis ovarios infestados de piedras/porcelana. Niego a mi madre que es la madre de los úteros hostiles, y entonces soy un ciervo que nunca aprendió a caminar. Me niego a mí misma porque el espejo no quiere que me vea. No seré la madre de nadie. Canción de cuna que cantaré a mi hija no nacida, la escucharé decir mamá mientras me hundo agujones en el vientre. Niego a mi útero mil veces y a mis ovarios desprovistos de corazón y de esperma.
PASO 2
Meter la cabeza de alguien más en una licuadora puede disipar el no deseo de la maternidad.
Pondremos la mesa para cenar picos de cuervo, picos de cuervo que en mi puerta cincel clavaré en tus piernas. Brotará de tu sangre la sangre del cuervo triste, pájaro alas de metal que abrazaré para quemar tus manos. Y tus manos no existirán y tus sonidos no existirán y los cuervos no te quemarán, pero la puerta cincel sí atravesará tu cráneo. Meteré tu cabeza en una licuadora, procuraré que tenga vaso de vidrio. Si se rompe el vidrio es porque tu cabeza es demasiado errante, entonces te clavaré un tenedor en las orejas.
PASO 3
Asesinar a una unicornio en celo puede hacernos vomitar.
No te quiero ver, no existas, no me obligues a planear tu muerte. No, no me obligues a buscar en Google: cómo matar una niña sin útero. No quiero matarte, por favor no existas. No quiero meter un palo entre tus piernas y perforar hasta tu cabeza. No me obligues a suicidarme. No quiero pedir perdón luego a tu madre por haber matado a su máquina de nietos, esos que no concebiste. No existas, no quiero abrir la puerta a los hombres enmascarados que llegarán a poner tu cadáver en una funda gigante. No quiero ver mis manos manchadas con tu sangre, no quiero tener en la lengua el sabor de tus pezones. No me obligues a ahogarte. Incinera tu aliento de insecto muerto en ejército de hormigas. Incinera tu rostro, no me obligues a mutilarte. No quiero meter tu cerebro en un frasco de mermelada y desayunar tus sesos. No quiero desollarte viva y grabar tus gritos para luego hacer un demo que ganará los Billboard. No existas, desaparece con tus caderas de mula preñada por favor que no quiero matarte, no todavía.
PASO 4
La ejecución no desentraña, el no útero sigue vivo.
Planta carnívora ven y devora el cuerpo del ser que anida mi útero/ cámara de tortura. Ser maligno préstame tus manos, escribiré con ellas sobre la decadencia del mundo/ útero despiadado, no me gusta esta palabra por eso te llamaré nido. Espectro sonriente inhala toda la arena del desierto que es mi alma/ mujer ausencia.
Júzgame -hombre- cúbrete de caramelo. Plata derretida se unta sobre la cruz que no cargaré, la caja musical se ha parado, la bailarina sin piernas sigue bailando, los compases cada vez más fuertes/ como los dedos al caer en las teclas que no tocaré.
Una voz dulce apresura el deseo de la muerte –mami, mátalo, mátalo- violines violentan los oídos del niño que no escucha lo que ve/ que ve lo que no escuchará. -¡Madre, mátalo!-.
La cera dibuja un rostro al pie de las velas encendidas, mi templo se ha quedado sin santos, todos han sido pintados de negro por un niño sin manos.
¡¡¡RÍE!!! ¡¡¡Ríe!!!!
MATA AL HIJO QUE ENGENDRASTE
MATA AL HIJO QUE ENGENDRASTE
¡MATA AL HIJO QUE ENGENDRASTE!
Serás la sangre que correrá de entre tus lunas
La luz que no veremos al despertar.
MATA AL HIJO QUE ENGENDRASTE
Descansaré del sueño
Es tiempo de volver a la pesadilla.
CONCLUSIÓN
Un frasquito en forma de cubo que habita un cubo mayor y el útero palpita.
Niego a mi útero, licúo con devoción cabezas, mato unicornios hembras, arrojo piedras a mi propio rostro, niego la naturaleza y me la como. Hay un cubo habitando mi cabeza y mi cabeza es un cubo habitando el embrión que no anidará mi vientre.
Soy un cubo, pero esa es otra historia.
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Pamela Cuenca (Loja, Ecuador, 1996). Cursó estudios en Comunicación Social en la Universidad Técnica Particular de Loja. Ha publicado avances de su futuro libro en las plaquetas: Ensayo de realidad virtual para un gato que despierta (Loja, 2017) y Despersonalización de una máquina: futuro no inmediato (Ambato, 2017). Algunos de sus poemas aparecen en espacios como Revista Suridea de la CCE (Loja, 2013-2014), Revista El Faro (Loja, 2016), Gaceta cultural República Sur (Cuenca, 2017), Anábasis (Perú, 2017), Cráneo de Pangea (Quito, 2017), Habemus Poesía Loja (2017), Cromosoma Lunático (Loja, 2017). Ha sido invitada a encuentros nacionales como La Palabra Crece Manta 2017, Bibliofrenia Ambato 2017 y IV Festival de Literatura y Artes Plásticas Riobamba 2017.