La poesía, tan ajena de utilidad, puede ser ese medio de meditación y auto-exploración que nos ayude a convertirnos en una versión más pura, primigenia de nosotros mismos. Pensar en la poesía y lo queer es inevitable, pues en ambos casos las reglas solo existen para romperse indefinidamente. La poesía es un género raro, una palabra que podemos asociar a las disidencias sexuales y de identidades, a esa extrañeza de no reconocerse en un mundo rígido y juzgador.
La poesía y lo queer, este sustantivo prestado del inglés, que puede encerrar todo lo no normativo, van de la mano en una propuesta única en Venezuela: el Concurso de Poesía Diversa, organizado por Perfil Poético. Este proyecto de difusión literaria a través de Instagram se ha encomendado la tarea de llevar a cabo el primer concurso de poesía LGBTQ+ en el país, con énfasis en los autores nóveles.
Luego de recibir más de 200 propuestas, el jurado compuesto por Leonardo Alfonzo Amarista, Rosbelis Rodriguez y Sofía Crespo Madrid, junto al director del proyecto, Victor Noé Arandia, decidió destacar 20 poemas en la primera edición de este concurso.
Ambar fue el pseudónimo usado por Ambar Rivero, venezolana radicada en Argentina que resultó ganadora entre la selección. Su poema Despierta es un texto tan directo como acogedor. En su biografía, la poeta nos contaba un poco de su trabajo en el activismo LGBTQ+, labor que ha marcado gran parte de su vida e inevitablemente, inunda su trabajo poético.
La poesía de Ambar Rivero se siente más necesaria que nunca, luego de que la comunidad queer en Valencia se viera violentada por la homofobia institucional en lo que se conoce como «El caso de los 33», que hace referencia a los 33 hombres que fueron detenidos y enjuiciados abruptamente en un allanamiento ilegal a un local gay. En presencia de tal abuso de poder, es inevitable sentir desesperanza. Sin embargo, en nuestras voces y nuestro activismo hay una fuerza que nunca podrá ser destruida.
Desde Perfil Poético, hemos invitado a la poeta a abrirse en una serie de preguntas que buscan conocer e indagar en su experiencia como persona queer y en su trayectoria.
Victor Noé Arandia, Valencia 2023.
–

¿Cuál fue tu primer acercamiento a la poesía?
Mi primer acercamiento a la poesía fue a través de mi mamá. Mi mamá era una ávida lectora, y en su librero encontré refugio mientras crecía. Ella tenía libros de poesía que me hicieron un hogar, y aún se sabe poemas de memoria que suele recitarme. Muchos de esos poemas también fueron mi refugio cuando migré sola a Argentina.
¿Tienes algún poema favorito?
Tengo muchos poemas favoritos; a mis personas cercanas suelo compartirles fragmentos de ellos cuando siento que necesitamos escucharlos, a veces los olvido por años, y vuelven a mí cuando hay alguna palabra perdida que yo necesito escuchar. En este momento específico de mi vida «One Art» de Elizabeth Bishop me está acompañando (es uno de esos poemas en que la métrica se pierde cuando es traducido, así que lo recomiendo leer en su idioma original a quienes puedan). En este momento es mi favorito porque como migrante siento
que perdemos mucho y muy seguido, a veces tanto que te acostumbras a la inevitabilidad de la pérdida y en sus palabras:
«Perdí dos ciudades hermosas. Y, todavía más,
algunos reinos que poseía, dos ríos, un continente.
Los extraño, pero no fue un desastre»
¿Tienes algún libro favorito?
Es muy difícil casarse con un sólo libro para toda la vida, pero «On earth we’re briefly gorgeous» de Ocean Vuong es mi libro favorito de los más contemporáneos que he leído. Para mí, es la combinación perfecta entre un poema, una carta y una novela.
¿Tienes algún ritual para escribir?
No. Soy de esas personas que escribe cuando la inspiración golpea, no importa dónde esté o qué esté haciendo, si algo me conmueve siento que necesito plasmarlo y lo escribo en una hoja, Google Keep (el mejor aliado), o en lo primero que tenga a la mano. Estos poemas pasan por muchas revisiones porque lo que se escribe en estos momentos no suele ser lo mejor, pero a mí me gusta honrar esos bocetos de palabras y su nacimiento.
¿Qué autores han marcado tu poesía y reconoces como influencias?
Cuando empecé a escribir mi referencia fue el mundo del spoken word poetry, del slam, de la lectura que te atraviesa cuando la escuchas. Aún hoy, siento que cuando escribo quiero traer algo de eso a mis poemas; no es a una persona en específico, sino el sentimiento. Además de esto, hay poetas que admiro profundamente como Maya Angelou, Roque Dalton, Lemebel, Violeta Parra, Mary Oliver, Elizabeth Bishop y más recientemente Ocean Voung. Hace poco una amiga muy querida me dijo que cuando leyó a June Jordan por primera vez, se acordó de mis poemas. Así que ahora cuando visito los poemas de June, la leo con cuidado, en un intento de entenderme un poco más a mí misma también.
¿Cómo fue crecer como una persona queer en Venezuela?
Me gustaría tener una respuesta más positiva para esto, pero no la tengo. Nacer en la década del 90 y crecer en Venezuela como una persona queer pobre en los 2000 implicó muchísimo miedo y soledad, sobre todo soledad. No poder reconocerte a ti misme en alguien es una experiencia muy dura, muy triste, y que las referencias que podías llegar a tener fueran demonizadas, que fueran personas a las que la sociedad venezolana les hizo su vida un infierno, era aterrador. Yo recuerdo pensar y desear cosas, pensar en cómo quería vestirme, quién me gustaba o en quién quería ser, y después decirme a mí misme «pero yo no quiero ser como ellos» porque sí, las niñeces no quieren ser la fuente de incomodidad, vergüenza e ira de sus padres, de les otres, de una sociedad. Les niñes no quieren pasar toda una vida de sufrimiento, o morir para quemarse en el infierno, y estas parecían ser las únicas dos opciones en aquel momento.
No sólo nos adoctrinaron para odiar a nuestra comunidad, sino también a nosotres mismes, y ese odio no es algo que se supera o se trabaja tan fácilmente. Es una semilla que siembran dentro de ti y que echa raíces muy profundas, es un odio que te acompaña toda la vida. Yo soy una de las personas que hablan desde el privilegio de poder ser libre, aunque a veces duela, soy libre muy a pesar de Venezuela pero ¿qué pasó con todes les que no?
¿Cómo te involucras en la lucha de los derechos LGBTQ+ más allá de tu trabajo como poeta?
Estoy siempre en la búsqueda de generar espacios para nosotres, sean espacios políticos o culturales, gestiono proyectos, festivales y ciclos que den difusión a nuestras voces. Sobre todo, a las voces de personas trans y no binarias, racializadas y pobres, porque como comunidad tenemos una deuda histórica de estar juntes en la misma lucha, y no abandonar a las más expuestas y a las más violentadas.
Yo milito desde pararme en la calle si están violentando a una travesti, de preguntarles a los míos qué necesitan, de hablar fuerte si a otra persona le da miedo hacerlo, milito desde la ternura y desde el estar, desde la rabia cuando hace falta, desde no voltear la cara.
¿Qué retos crees que enfrenta la comunidad LGBTQ+ en Venezuela?
Es complejo hablar de esto en la actualidad cuando no he pisado Venezuela hace casi 8 años, voy a hablar de lo que sé, de lo que viví los 20 años que crecí ahí y lo que he vivido ahora como diáspora venezolana:
Nuestra comunidad tiene muchísimos retos, sobre todo la que aún está luchando dentro de Venezuela, y ahora quizás mucho más por todo el retroceso que implican las crisis, y las violaciones a los derechos humanos. Yo creo firmemente que para superar los retos y crecer, para hacernos un bloque duro que sea indestructible, tenemos que empezar por entender que de esta lucha vamos a salir todes juntes o no salimos. A mí me preocupa mucho como nos veo tan disperses, tan violentes hacia nosotres mismes, midiéndonos desde el escalón alto de la blanquitud, del dinero, de lo hegemónico, cuando es justamente las personas que no tienen estos privilegios las que más necesidad de comunidad tienen. Tenemos que empezar a hablar de cosas más urgentes, como, por ejemplo:
Las personas trans adultas y la juventud lgbtqi+ en situación de calle y extremo abandono. La necesidad de una ley de identidad de género. El alto costo de los antirretrovirales, la escasez de estos y las tasas altas de contagio porque no hay acceso a métodos de protección ni tratamientos de ITS, VIH y hepatitis. La necesidad de una educación sexual integral. La prevención del suicidio en nuestra comunidad. Las travestis que desaparecen trabajando en la calle y las que se desangran porque no volteamos a mirarlas. De nuevo, de esta lucha salimos todes o no salimos, avanzamos todes o no avanzamos. Tenemos tanto por lograr, tantos años de lucha y tantos años de vivir con miedo, tanto deseo de «normalidad» que empezamos a querer parecernos a los heterosexuales, a sólo pedirles que nos dejen casarnos cuando se nos están muriendo las que menos tienen; yo creo que por ahí no es. Seguro es importante, pero necesitamos consignas muchísimo más incluyentes. Soltemos el pinkwashing.
¿Crees que la poesía también puede ser activismo?
Yo creo que sí, creo que puede ser una herramienta muy poderosa y yo, al menos, escribo desde ahí. La poesía es activismo cuando la sacamos de los estratos de los intelectuales, cuando soltamos el lenguaje rebuscado y abrazamos hacerla accesible a todes, a la gente. Es activismo cuando de la poesía se generan debates, y la palabra se convierte en semilla.
¿Qué opinas de nuestros referentes queer en la literatura venezolana?
Tenemos personas queer muy talentosas en la literatura venezolana, y es una lástima que cuando hablamos de literatura venezolana los únicos nombres que resuenan y se conocen son hombres cis heterosexuales. Para mí es muy importante leernos, que mencionemos a nuestros referentes, y a todes quiénes nos antecedieron. Por ejemplo, la poesía de Esdras Parra a mí me mueve fibras muy profundas y me siento muy orgullosa, siempre que la recomiendo.
¿Qué te inspira a seguir escribiendo sobre la experiencia LGBT en tu trabajo poético?
Para mí la palabra transforma, transforma tanto para afuera como para adentro. Yo escribo porque aún creo que la construcción de otra sociedad es posible, porque para mí la poesía es esa construcción, porque mi queerness es una parte de mí de la que me siento orgullosa, porque con las palabras que escribo también abrazo a la niña quien fui que solo tuvo miedo, que se sintió muy rechazada y sola, a esa niña le digo con mis poemas “mira quienes somos ahora. Mira todo lo que podremos ser. Mira todo lo que has sido amada”
¿Qué impacto has observado a través de tu poesía y activismo?
Creo que lo más impactante ha sido ver a mucha gente llorar. He visto lugares enormes llenos de gente conmovida por un poema sobre ser queer y migrante. Les he visto escuchar atentamente en ciclos de poesía donde hemos sido todas personas trans, no binaries, lesbianas o maricas, y luego quedarse con los poemas y compartirlos con otres. Algo también que me conmueve mucho, es que me han abrazado personas queer al terminar una lectura y me han dicho que después de escucharme no se sienten tan solas. La poesía puede ser activismo hasta en los actos más pequeños. Puede tributar mucho el llevarse a casa palabras que cambiaron su vida por un instante.
¿Cuál es tu opinión sobre la representación y visibilidad de la comunidad LGBT en los medios literarios de nuestro país?
Es casi inexistente, por eso antes mencioné la necesidad de hacernos girar, hablar sobre nosotres, recomendarnos, mencionarnos. Hay mucha necesidad de espacios como Perfil Poético, como medios de comunicación independientes, porque en Venezuela si es por representación parece que no existiéramos, porque lo que no se nombra no existe. Yo quiero creer que sí estamos todes, y estamos haciendo lo que podemos por nombrarnos, por hacernos visibles, luchando para que se nos incluya y para que en un futuro estemos por todas partes.
Cuéntanos un poco sobre algún proyecto de escritura que estés llevando a cabo
Ahora mismo estoy trabajando en mi primer libro, no quiero adelantar mucho porque no sé cuánto tiempo tomen estas cosas pero puedo decirles que para mí la creación de un libro se siente como un tsunami. Es un gran movimiento telúrico, de repente todo está lleno de agua y la única salida es seguir subiendo para no ahogarte. Leerse a une misme tantas veces es movilizante y hermoso, y para sobrevivir a todo ese movimiento, lo único que queda es ser valiente.
¿Qué es la poesía para ti?
La gente.
*
Despierta por Ambar Rivero, poema ganador del 1er Concurso de Poesía Diversa
Hoy desperté
envuelta en dos piernas
perdidas extremidades que
se juntan, se aprietan, se besan
donde termina un cuerpo
y comienza el otro
Hoy desperté
abrazando un torso
calentando trapecios
desnudos en medio del invierno
mis falanges abrazadas por
las cordilleras que pueblan
el suelo donde habita
un corazón foráneo
Hoy desperté
50 años después de Marsha
despertamos abrazadas
y pensé en toda la historia
que cargan mis afectos
que hoy somos más pesadas
que el resto de los días
porque cuando nos abrazamos
hoy
somos Marsha
y Sylvia de 18 años
y los chicos callejeros
y todas las maricas que se abrazaban
en antros y camiones
y con suerte, en la sucia cama
de algún hotel berreta
en broma dije que, por suerte,
no tienes que vestirte de amiga
para salir de casa
y de tus risas recordé
que hoy reímos gracias a los chaperos
que tiraron ladrillos
reímos por las travas prendiendo
fuego los tachos de basura
que hoy podemos reírnos gracias a
las maricas de pluma
que hace 50 años no podían hacerlo
Despertamos
50 años después de la represión
50 años después del fuego
50 años después de los ladrillos
de la lucha
de las travas desaparecidas
cuyos nombres todos los días
intenta borrar el odio
Hoy desperté 50 años después
de Stonewall
Marian Gómez sigue acusada por un beso
Las travas aún no viven más de 30 años
las maricas todavía miran
a los lados antes de besarse
el feminismo aún no nombra
a les seropositives
pero nosotres aquí estamos,
con afectos
estos abrazos
la ternura
seguimos peleando
reescribir
la historia.
