
I
Escucho una canción en la que se repite mucho el verso: Don’t shun the world, shed it.
Escucho una canción en la que se repite mucho el verso: Don’t shun the world, shed it.
Escucho una canción en la que se repite mucho el verso: Don’t shun the world, shed it.
Escucho una canción en la que se repite mucho el verso: Don’t shun the world, shed it.
II
Distorsión,
dame el trance,
dame una ciudad,
dame los guiños
del neon al agua
porque esquivé un desvió
y ahora mis criaturas cerebrales
se alegran y bailan.
Distorsión
en el televisor
en ese canal
que presume hablar de ciencia.
No es raro imprimir
sobre el cerebro
memorándums de impotencia
pero ahora puedo evitarlo.
Distorsión
del callado reloj
que tiende a extraviar sus minutos.
Apenas oigo
las voces del fracaso,
sus palabras parecen chillidos
de ratónes tristes,
melódicos
y tristes.
III
No tengo idea del porvenir ¿y qué?
Mañana bien podría el cielo pintarse de violeta
o volverse un espejo del horror en la tierra.
Igual comeré junto a ti granadilla
untandome los dedos del viscoso líquido que envuelve la semilla.
Quizá encontremos paz cuando no tengamos hambre.
Mientras tanto un refugio desolador
constituye el repaso a nuestras vidas:
todavía puedo ver el cielo tras una celosía
de varillas metalicas,
me bañaba con totuma en el patio,
el agua se calentaba de inmediato
al tocar el piso cerámico.
Siento que algunas emociones
como arrastradas por el desagüe
pierden potencia.
– ¿Dónde dejaste tu entusiasmo Señor Apático? –
– Aparece solo al pasar una tarde con alguien que me agrada de verdad como tú –
Todo es borroso e inasibe
pero entiendo un poco este lenguaje
porque tengo experiencia interactuando con objetos
así, por ejemplo la estática
de un televisor sin señal o las portadas de
los álbumes de shoegaze que escucho.
=
Juan David Ortega (Cali, Colombia,1992) Estudiante de Comunicación Social en la Universidad el Valle. Ganador del premio de periodismo universitario Alfonso Bonilla Aragón 2014. En el momento se encuentra reescribiendo varios poemas que estaban guardados en viejos cuadernos, como un ejercicio de memoria en parte.