
Me lanzas abismos
desde la entraña de una nube gris.
Con tus brazos,
es decir aspas,
es decir muros de ladrillo
los arrojas como bolas de nieve congeladas.
Pero se derriten
y quedan estos vacíos entre párpados
estas nadas que manchan mi piel,
que son secuelas de guerras invisibles,
sólo libradas después de la victoria.
Dime entonces
por qué
por qué precisamente
derramárselos
-y ungir con el aceite de la caída-
al que es más cándido y frágil.
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Santiago Erazo (Bogotá, 1993). Estudia Creación Literaria en la Universidad Central. Fue participante del III Taller de poesía del Fondo de Cultura Económica impartido por el poeta colombiano Federico Díaz-Granados.