
Escapes
Hacen eco mis hermanos
corriendo en la casa marrón
atrapando al perro,
estando presentes.
Sus lagrimas hacen lluvia
recogiendo la ropa de papá,
escapando a la casa de la abuela,
amarrados en las chapas.
No teníamos a dónde ir
y siempre a dónde regresar
llorando y contentos
a patalear en sus brazos,
a mirarnos en sus ojos.
Ya lo ves
toda espera acorrala,
consume la sangre de las venas,
moradas e intocables quedan
exiliadas de la piel.
Seré polvo en el asiento,
los lobos se llevarán mis huesos,
al ruñirme le romperé la boca
y entremezclada volveré innombrable.
Oí que pronunciaban mi nombre
los marineros a punto de ahogarme.
Me estaba dejando flotar,
me estaba dejando llevar por las olas
y ellos gritaban mudo mi nombre.
Sus brazos urgidos me llamaban,
arriba y abajo
sentía el agua arrugar mi piel
mientras pensaba en nadar
mi cuerpo se cansaba.
Un último aliento
les sonrió con imprudencia
y mis músculos despertaron,
torpes náufragos volvieron.
Un zumbido estático
atormenta mis silencios,
me deja yacente en la cama nauseabunda.
Un zumbido tosco
me destroza de noche,
me tira al piso cubierta de llamas.
Tanto tiempo muerto
respirando un purgatorio fantasma
de estas necias dudas
Que me agitan la jaula.
=
Clayris Alvino Thomas, 22 años. 1993. Anaco, Venezuela. Guionista y poeta. Directora y Asistente de dirección. Facilitadora de la Escuela Cine en Formación. Ganadora del mejor cortometraje contra la discriminación Valle Vivo 2015.