
Olfato
Me celebro como Whitman
y me insisto como suicida fraudulento:
el paraíso terrestre huele a libro viejo,
versos humedecidos con olor a tierra
que con ironía se asemejan a la muerte.
¿Es el paraíso siempre pasado?
La primera poesía siempre huele
a madera muerta, y desde allí
los bosques son futuros poemas,
futuros difuntos con olor a cal.
Casi puedo oler las caricias
en mi rostro de niño,
de aroma a piel vieja y débil,
fruta caída un tiempo atrás.
¿Es el pasado el paraíso?
Otro respiro es la respuesta,
la vieja tierra que leo
como recuerdo muerto.
De la tierra a la sangre
solo hay una fina hoja
llena de versos que se riegan
con lágrimas.
el paraíso terrestre huele a libro viejo, me insisto.
***
Discurso
Enmudezco ante el gentío
que se acumula esperando mi arenga.
Y suelto palabras salvajes
en la soledad inesperada
de este lugar que me anula
como un cuervo en un cementerio abandonado.
Es allí donde destaco,
y cuando al fin te recuerdo
con imágenes vívidas:
Aquella noche fría y horizontal
En la habitación donde muchos
olvidan la vida.
noche como río congelado.
Contaba respiros
temiendo al silencio perenne
que pensé que se avecinaba.
Prefiero recordarte en la enfermedad
porque allí olía más a vida.
De tu boca salían las palabras
regadas
arrastrándose
para salir.
Tus rodillas rechinaban
como árboles en invierno.
El gentío se acerca de nuevo
y mis palabras ni arrastrándose
se riegan por mi boca.
Corro y mis rodillas son dos mudas
aves bajo el mar.
***
Luigi Bosetti (Mérida, Venezuela, 1990) Licenciado en idiomas modernos, egresado de la Universidad de Los Andes. Escritor, lingüista y traductor. Actualmente reside en Madrid, España donde cursa el Master en creación literaria de la Universidad Camilo José Cela y Función Lenguaje.