Guía turística
Uno se cansa de responder
siempre las mismas cosas
sí sí sí allá tenemos playas
sí sí sí bebemos mucho ron
sí sí sí la revolución sandinista.
Hasta que un día les empecé
a decir la verdad.
-¡Que cómo es Nicaragua?
Nicaragua es como una página en blanco.
Si querés el mar dulce tenés el mar dulce.
Si querés alcohol de caña de azúcar y comer
fritangas de pescado, andá date una vuelta.
Si buscás bailar pegado
con una morenaza que te
descalabre, se puede.
(Conozco un par de lugares
donde podrías dejar tiradas
tus caderas y zapatos)
Si querés conocer el país
donde los mitos hablan
y dicen que la primera dama es bruja
y que el presidente actual revivió
de entre los muertos, andá.
Si querés soñarte en la soledad
de una isla, agua cristalina, comiendo cocos
y diciendo ¡Ay, el realismo mágico!
Andá, que te va a gustar.
Si cuando mirás los campesinos
marchando en botas de hule
por la capital, porque les quieren
quitar sus tierras y a vos ni fú ni fá,
aterriza en Managua y busca refugio
en algún lugar con aire acondicionado.
Si nunca has escuchado a los opinólogos
sentados en sus mecedoras de mimbre
en chancletas y calcetines largos, andá
porque ellos son los únicos sabios.
Si querés ver a los increíbles acróbatas
que se encaraman arriba de los buses,
escupen fuego en los semáforos hirviendo,
manosean leyes en asambleas de mentira
andá que de esos hay montones.
Si no lees periódicos, ni te preocupan
los indicadores macro-económicos, andá.
Si al respirar nunca has sentido
que cada parte se te reacomoda
y se pone en el lugar exacto
donde tiene que estar, andá y
no regreses a tu país nunca.
***
Traición a Sandino
Se levantó de su silla con la panza llena de cerveza y orín. Caminaba en dirección a la esquina del patio, mientras se aflojaba el pantalón, y se tambaleaba alcohólico y torpe sin saber ni qué hora era. En eso se escucha un grito.
-¡Suave! No orinés ahí.
-¿Por qué? Si voy a orinar en la esquina.
-Que no ves que ahí está la tumba de Sandino.
-Ya estás picado vos, a Sandino lo tiraron ahí por Larreynaga.
-Nadie supo donde quedó la tumba de Sandino, por eso hicimos de Nicaragua entera -cada barrio, cada calle, cada esquina- una inmensa tumba para él.
-Entonces, todos estos volcanes, tierras, mares son la tumba de Sandino?
-Si, y orinarlo sería una traición.
-Nunca has orinado en una esquina pues.
-No, yo soy sandinista.
Todas las noches, en cada pueblo, en cada casa donde hubiera gente que orinara deliberadamente en las esquinas, Sandino era traicionado.
***
Bailame ese trompo en la uña
Vos, que tanto te gusta el viento y los paseos nocturnos
que sos especialista en esto y lo otro
que tenes una manera de salirme desde adentro
-porque dentro de mí estuviste-
como quien entra y sale de su casa.
Vos, que sin quererqueriendo
te quedaste también dentro de mí
cuando vimos las luces de Managua
viniendo del empalme de San Benito
-“No quiero llegar todavía”
–“No lleguemos nunca”
Vos, que te pregunté un día
si alguna vez algún novio
te había dado un beso
estando en la terminal del Mayoreo
-“No, nunca”
-“Tomá, pues”
Vos, que conocés una banca
del parque Darío
donde alguien también espera
que sean las tres y pico
para que abran la sorbetería.
Vos:
¡Bailame ese trompo en la uña!
***
Tito Castillo, nací en Managua, Nicaragua en el año 1996. Desde el 2015 resido en Buenos Aires, Argentina. Donde estudio la carrera de Edición en la Facultad de Filosofía y Letras. Fui publicado en la antología literaria Morir Soñando, por Altanto. En cuanto a las letras, estudio por mi cuenta la tradición literaria de Nicaragua y su historia. En mi caso se trata de una búsqueda de identidad. O bien de lo nicaragüense pues eso me acerca de alguna forma a mi país ahora que estoy lejos.
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