
Animal escandaloso
Osaki Sayaka (Japón, 1982)
No creas en las palabras
No creas en “cielo azul”
No creas en “tierra resplandeciente”
No creas en “luz de esperanza”
Soy un animal escandaloso
Soy un animal que deambula hablando sin parar
No soy incapaz de hablar sólo de lo que he visto
No eres incapaz de hablar sólo de lo que has visto
Las palabras mienten y tienden a soñar
Las palabras tienden hacia la cobardía
Las palabras son sólo ideales, grandes pero incapaces de hacer cualquier cosa
Las palabras no tienen ningún poder
Las palabras no pueden hacer nada
Por eso no creas en las palabras
Los animales escandalosos podemos ver la separación de Pangea hace doscientos millones de años
Los animales escandalosos podemos ver las llamas dibujadas en una cueva de Birmania hace diez mil años
Los animales escandalosos podemos ver la suciedad en los ríos de Edo hace cuatrocientos años
Los animales escandalosos podemos ver el amor inoportuno de Sugiyama Chiyo hace sesenta años
Los animales escandalosos podemos ver el ángel de Klee entre las nubes sobre Tokio
Los animales escandalosos podemos ver el castillo de Kafka en los valles de Musashino
No creas en las palabras
No creas en las palabras de políticos
No creas en las palabras de la multitud
No creas en las palabras de los manifestantes
No creas en las palabras de los enfermos
No creas en las palabras de tus maestros
No creas en las palabras de las mujeres
No creas en las palabras de los guerreros
No creas en las palabras de celebridades
No creas en las palabras de los trabajadores
No creas en mis palabras
Todo el mundo ha sufrido desastres
Todo el mundo ha contraído una enfermedad
Todo el mundo ha manifestado síntomas
Todo el mundo se ha infectado
No creas en las palabras
Los animales escandalosos estamos dispersos a lo largo de las ciudades
Requerimos dinero para alojarnos
Requerimos dinero para alimentos
Requerimos dinero para tener luz y calor
Necesitamos música
Necesitamos pensamiento
Necesitamos palabras
Sin esto nuestros cuerpos colapsan
y caemos con fiebre
Pero no creas en la medicina
No creas en médiums espirituales
No creas en cantantes
No creas en el capitalismo
No creas en el cristianismo
No creas en los ciudadanos del mundo
No creas en el amor y el coraje
No bloquees tus oídos
Soy un animal escandaloso
Soy un animal que ha dejado atrás el acento de mi ciudad natal
¡El moca ocasiona todo este dolor!
Soy un animal escandaloso
Seré un animal escandaloso hasta que muera
***
Ahora
Mutsuo Takahashi (Japón, 1937)
Las primeras cosas que se fracturaron fueron las palabras
La razón por la que no nos dimos cuenta fue porque
Su destrucción sucedió tan lentamente
Que la notamos después de que el mundo se había acabado
Cuando tratamos de reparar las grietas y derrumbes
Las palabras no respondieron
Fue cuando finalmente entendimos
Que el mundo está hecho de palabras
Cuando las palabras, despacio, se quebraron
El mundo, sin ser visto, se quebró también
*
Puede ser que el mundo fracturado pueda restaurarse
Puede ser que las palabras no sirvan para eso
Probablemente lo mejor sea no darse prisa
Las palabras estropeadas a través del tiempo
Pueden sanar sólo con el tiempo
Mejor no poner demasiada fe en la idea
De que en caso de fractura, vas a repararlas
En su lugar, considera esto, cuando las palabras se quebraron
También tú te quebraste
También tú estás hecho de palabras
*
Mejor ahora recordarte ante el amanecer
Una sola palabra nació en la oscuridad dentro de ti
La palabra recién nacida invocó a otra palabra
Las palabras se tomaron de la mano y se elevaron juntas
En ese momento, te paraste, niño tímido
El mundo de la juventud se asomó precariamente
Entonces no te apresuraste
Ni siquiera conocías la prisa
Debes recordar ese tiempo
Estás ante el amanecer una vez más
*
Los científicos nos dicen
Que el mundo comenzó con el big bang
Si esa teoría es correcta
Entonces el mundo comenzó con destrucción
El mundo, en el principio, se asomó despacio
Desde nuestra perspectiva, el mundo comenzó
Con una palabra, pero sin precipitarse
Sometiéndose al paso del tiempo, esperó con paciencia
Para ser elevado por la palabra
Déjanos seguir este ejemplo y espera
*
Crees que debes cantar
Pero lamentas no poder hacerlo
Tu silencio es tal vez la señal de la espera
Para ti y para el mundo, ambos rotos
Dormir con la oscuridad, levantarse con la luz
Esperar tranquilamente durante el trabajo diario
Por una palabra, luego otra
Que despierte dentro y se eleve
Quizás ahora sea el fin y el principio del mundo
Hemos envejecido y, al mismo tiempo, vuelto a nacer
***
Daniela Camacho (México, 1980). Poeta y traductora. Autora de En la punta de la lengua (2007), Plegarias para insomnes (2008), [imperia] (2013); el libro-objeto Pasaporte (2012) y los libros de artista para la Colección Artes de México: Carcinoma y Híkuri (2014). Compiló la muestra Hijas de diablo hijas de santo. Poetas hispanas actuales, para La Raíz Invertida en Colombia y forma parte de distintas antologías en México y el extranjero. Ha traducido a poetas como Tada Chimako, Muriel Rukeyser, Alice Notley, Hiromi Ito, Alda Merini, Ito Naga, entre otros. Vivió en Tokio, Lausana y El Cairo. Actualmente, reside en Yucatán. daniella_cj@hotmail.com