
La familia, como los álbumes antiguos,
están hechos de páginas y días negros.
Construí el techo de mi casa lejos de las
fechas atascadas en el tiempo
y caminé por mi bosque oscuro
con luz en mis entrañas y Dios en mi cabeza
nada sobrevivió.
Ahora busco un árbol hueco donde
dejar los restos
los de ellos y los míos.
Es cierto que la familia pocas veces
significa hogar
porque tienen miedo,
están rotos sin estarlo,
y creen amar sin condición.
El amor se vuelve grillete,
por eso mis tobillos sangran
y dejo un camino rojo a cada paso
por si deseo regresar.
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Stivaly Maestre Guzmán (El Tigre, Venezuela, 1993). Abogada egresada de la Universidad Nororiental Gran Mariscal de Ayacucho.