
una pequeña pausa
veo mi presente
proyectado
en la espuma del café
cuchara en mano
el futuro va formando un remolino
¿dónde cabe mi adolescencia?
no hay pasado que aguante semejante torbellino
miro tímido la cuchara posada en el platito
el platito levemente manchado
la mesa regada de granos de azúcar
tu mano
mi mano
nuestra coincidencia amarga temblado levemente
– 2016 –
***
pincel vacío
I
el vacío como silencio
el silencio desafiante separa las frases
el vacío intermitente
el que sostiene la mirada
las letras se desordenan en el hervor del pensamiento
el silencio contiene la respiración
todo lo que el vacío toca
se consume
se suma al vacío
si cierro los ojos
si me siento
si la música se apaga
el tiempo no se suspende
un experimento que supone la distorsión del tiempo
una cabina insonorizada
primero algunos ruidos
pájaros volando
viento
hojas que se mueven
tiempo
luego silencio
el más puro y neto silencio
la presión en mis oídos es absorbente
insoportable
tiempo
no es eso lo que provoca la necesidad de huir
una copa vacía
como silencio de la sed
tenemos un pincel vacío
rodeado de pintura
de mano que sostiene
un retrato del silencio
tenemos una página en blanco rodeada de letras
de preguntas
de posibilidades
qué provocaría una sola pincelada de ese pincel vacío?
un silencio hondo?
una pausa en la respiración?
una línea en blanco en éste texto puede ser una pausa
ese pincel
puede vaciar el mundo con un solo movimiento sin siquiera tocar la tela
II
somos dos
tu mirada
mi mirada
cada una con su silencio
en el medio
vacío
el más perfecto vacío
corrompiendo nuestro mutismo con una variedad intensa de ruido
ruido vacío
acumulado en cosas
en espacios tan absorbentes que ni gritar se puede
y no queda más que eso
el recuerdo vibrante del tacto al decir
la caligrafía del idioma gestual
el movimiento
y tu espalda
y mi espalda
batiéndose a duelo
orgullosas
desesperadas por adueñarse de lo que siempre fueron dueñas
el silencio conjunto
el vacío alrededor
una sola pincelada es lo que importa
– 2016 –
***
a A.P.
finalmente entendí
que la muerte no es la muerte
que la gente no es la gente
las dudas no son dudas
tampoco las certezas
el murmullo que tus ojos conocen
huele a soledad
y contra eso no hay nada
el resto sólo es ruido
sólo es código ajeno a tu código
ú n i c o
y no hay fuerza que pueda contra eso
no hay poema
n o
el vacío mismo es una entidad tangible
el vacío como compañía
el mismo que inunda tus ojos de desesperanza
desesperanza como miedo
y esa palabra que no te atrevés a nombrar nunca
los dedos se deslizan lentos sobre el rostro
como espejo braille
el tiempo te espera
paciente como cualquier tiempo
el poema no es el poeta
n u n c a
– 2016 –
***
pasos pasos
p a s o s
¿cada frase es una reflexión?
¿cada frase es una decisión?
¿cada pregunta?
piso cada vez más fuerte
piso cada pregunta
cada pisada está habitada por esa pregunta
cada paso es una duda
voy así
dejando un rastro de interrogantes
– 2016 –
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Ernesto Parysow (Buenos Aires, Argentina, 1967). Realizó su primer taller literario en la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) en 1982. Estudió cine en Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda (IDAC) y en la Fundación Universidad del Cine (FUC) desde 1991 hasta 1993. Escribió varios guiones de cortos y largometrajes y co-escribió y dirigió el docudrama Punto de Equilibrio – primera película argentina sobre diabetes (www.puntodeequilibriodvd.com). Poeta autodidacta desde hace más de 35 años. Escribió “A. cerca de A.” poemario dedicado a Alejandra Pizarnik (1990), “Mineral” (1994), “Erosión” (1997), “Claroscuro” (2001 – con correcciones en 2016, de próxima aparición en lindayfatal ediciones).
Actualmente trabajando en varios proyectos literarios, tanto poéticos como narrativos.