
Wilian Santiago
El lago cerúleo
cobija bajo mi esternón el índice
en peligro por la lucha entre
los jugos gástricos y
el líquido amniótico.
No he venido a la naturaleza a preguntar por ti.
Primero
necesito sanar mi cuerpo.
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Domesticar
I’ve already told you my best ideas
Manuela (band)
Un aleteo de conciencia
o de aviso: esta historia es repetida.
Ese detalle pordiosero de la desmemoria
con el que te divierto de nuevo
con el mismo piar.
La ventaja temporal que da decir
“el otro día”
sabiendo las dos la verdad:
que lo que ocurre a diario es
lo realmente interesante.
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Desenroscar el ojo
para asirlo en la garganta
y observar
la mano que alimenta.
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Supurar el miedo como el líquen de la otitis.
Reto.
Esta mudanza
me revela
que éramos peces pensándose ciervos.
La timidez es carne
huella de las uñas clavadas en el brazo mientras intento darle
voz a la voz
todo lo que le puedo robar ahora es un fracaso para la rutina
⁂
El año el hambre
niña
el año el hambre
niños desnudos en el patio
qué era vivir entonces
sino confundir el verbo con
el frío y la ausencia
Eso entonces sí que era sufrir,
niña
Qué son esos juegos
sino tocar la existencia invisible
niña
También éramos niños
pasaba el año el hambre
por no haber no había palabras
con las que nombrarnos
Cuando se acaba un año así
no comienza uno mejor.
~
Nerea Campos Godoy (Alcalá la Real, Jaén, 1990). Periodista y redactora especializada en el ámbito cultural y literario. Leer y escribir como presente alternativo y continuo.
Son preciosos estos poemas, felicidades.
Besicos muchos.
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Me encanta. Me alegra mucho poder disfrutar de tu poesía.
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Extraordinarios y con un sello de originalidad propio. Me han sorprendido
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