
Quería escribir un poema de infancia
Pero la muerte no me dejó
la sal se marchitó en mis huesos
y el barco repleto
de marineros invisibles
estalló
Solo quedo el alcázar aplastado
como un germen en mi rodilla
sus cuerpos como animales soberbios
buscando la tierra como única huella
como si fuera el único dolor
que recordarán a plenitud
Dolor de infante
transformado en cicatrices de sal
cicatrices que gotean por el cuerpo
Y lastiman
Y enfurecen
Sus siluetas
Recogen la costra
que dejaron
al inicio de su óxido
se caen
se pierden
retorciéndose en las líneas
que explotan adoloridas
Su caída se silencia
en la placidez de un dolor
que se transforma en libertad
un dolor infantil
que brinca
pero no duele
Las marcas de la arena
raspan sus costillas
fulguran
el exilio repentino y absurdo
de unas gargantas
que se escuecen
llorando
brotando
gritando
el pasado que aun germina
en la impaciencia de sus muertes.
=
Pamela Rahn, Caracas, Venezuela, 1994. Realizadora Cinematografía, Mención Guión. Mis cuentos y poemas han sido publicados en distintos portales web, entre ellos Sacven, Sorbo de letras, Newspleen, revista.tn, errr-magazine. Formo parte del fanzine “Mala Digestión” editado por Henar Bengale, escribo artículos de cine, música y literatura para distantsounds. Perra romántica, poeta con el ferviente deseo de saber volar. Tengo un perro de 100 años, una biblioteca de 1000 libros y una ciudad que no ha nacido.
Reblogueó esto en La pesadilla de la juventud todavía me encuentra desnuda.
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