Sea breeze (Paloma muerta)
Ah, todo o cais é uma saudade de pedra!
Álvaro de Campos
El estómago de una paloma
una ola del mar en calma
que se posa y late
tiernamente
en la arena de la playa
Las gaviotas reconocen
los sonidos de la muerte
el rumor maternal de las anémonas
las burbujas de los pechos inundados
las burbujas de los pechos que penetran
con sus picos amarillos
En una gota de agua
caben millones de ahogados
en el fondo de las olas del mar en calma
en el fondo de todo aquello
que parece ser estable
se pudren las palomas muertas
los hijos de los pasajeros
de los barcos que naufragan
una nostalgia latente
que nunca deja de salir a flote
y pesa tanto
como una balsa
de piedra
***
Pálinka
The work of the spider (∞)
Lászlo Krasznahorkai
Tem chovido tanto nos meus versos
que a chuva se tornou insuportáve
Eugénio de Andrade
Suena el pulso de un reloj
un fluido pegajoso
ha empañado las ventanas
y ciega las cerraduras
No puedo salir de aquí
sigo escribiendo
como siempre
versos sobre la soledad
palabras como espinas de saliva
raíces enterradas en el nido
de una araña
Suena el pulso de un reloj
pero el tiempo pasa
tan débilmente
que apenas logra espantar
los insectos del invierno
No puedo salir de aquí
ha llovido tanto en mis poemas
y mi único refugio es una casa
tan mojada
***
Carlos Recamán (A Coruña, 1991). Dedicado a la literatura como quien se dedica a golpearse la cabeza contra la pared. Ganador del II premio de poesía joven Origami con el libro La luz de los dormidos. Otros méritos discutibles incluyen la Segnalazione di merito e pubblicazione del Concurso Castello di Duino y demás puestos secundarios en concursos varios. Además, autor una novela que nadie quiere editar, otra que no quiere recordar y un libro de relatos que sigue inconcluso.
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