
El código
Habitar
como bestias en un paraíso de humanos
Retorcernos
una y otra vez en el mismo lodo
Envolvernos como perros sedientos
en códigos de barras
Repetirnos como espejos
En diferentes realidades
utilizando curitas en heridas permanentes
Volvernos monigotes
sobrevivientes de un pasado que nunca acaba
Suprimirnos las líneas negras y blancas
habitar en los espacios del medio
Querer ser constantemente ese algo
que nos dijeron que seriamos
y convertirnos en estatuas
Llorar en los baños
Encerrarse diciendo
No seré servidumbre
No seré esclavo
Mientras subes a tu cuarto y prendes la tv
Ser un instrumento genético
que sirve para algo y luego muere
Buscar la verdad en
esos puntos verdes que se esconden
en los ojos como un pedazo de moho
Succionar todo sentimiento
Y convertirlo en una tarjeta de felicitaciones
Existir este mundo imponente y estúpido
Como algo que se mueve
Y no entiende su movimiento
Ser hijo de la euforia
humedecer el dolor en tazas de te
y tomarlo lentamente
Tatuarnos la cara
con números invisibles
que nos hacen formar parte de una masa
Movernos al ritmo
de una voz suprema
que evoluciona desde el mar
Y nos encuentra riéndonos
de nosotros mismos
mientras consumimos comida chatarra
y flores plásticas
Conformarnos con todo
Ser pacientes
Suprimirnos
en colores pasteles
Cortarnos las alas
Traducir el arte
en cualquier cosa que brille
Mirarnos al espejo
Una y otra vez.
=
Pamela Rahn, Caracas, Venezuela, 1994. Realizadora Cinematografía, Mención Guión. Mis cuentos y poemas han sido publicados en distintos portales web, entre ellos Sacven, Sorbo de letras, Newspleen, revista.tn, errr-magazine. Formo parte del fanzine “Mala Digestión” editado por Henar Bengale, escribo artículos de cine, música y literatura para distantsounds. Perra romántica, poeta con el ferviente deseo de saber volar. Tengo un perro de 100 años, una biblioteca de 1000 libros y una ciudad que no ha nacido.
Succionar todo sentimiento
Y convertirlo en una tarjeta de felicitaciones ❤
Gracias por eso
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