Tristesse
Yo, pájaro enfermo.
¿A dónde iré si muero
si me abandoné
en todo lugar?
Imaginaba la granja
-es decir dentro-
-es decir dentro de mí-
teniendo frío.
Aquí formé el pecho y el cáncer
con un pedazo de tierra.
Solía bendecir el hambre
con las hormigas entre mi pan.
Si gritan los vientos entre
las pupilas verdes del bosque
algún animal vendrá con el estómago purificado,
lo sé por el movimiento que hacen mis dedos
cuando buscan el norte.
Mi pedazo enfermo
se humedece entre la hierba
para que algún animal triste
siembre el corazón.
-Al otro lado la ilusión de una ola
cayendo y destrozando aquellas rocas,
pero es solo un cuerpo vacío el que me asusta-
Me llevo la tierra a la boca para repetir que es tierra:
Allí comen los animales y los cultivos por allá.
Aquí debo nombrar algún epitafio que no diga pájaro
para que puedan encontrarme las flores.
Aquí –repito- ninguno morirá de hambre
cuando no tenga más hambre.
Es difícil inventar
otras alas
y otro color
y otro cielo
en una sombra.
Tengo lodo,
-ahora dice adiós-
mucho lodo entre mis pies
donde sembré en la infancia
mi único otoño.
Dejo el trigo,
ruidoso,
sin cortar,
por si el silencio.
Si llueve,
¿a qué mar
volverá el mar
de mi pecho?
Y los soles…
¿a cuál noche
le dejaré los soles?
=
Andrés Osorio Villamizar (Colombia, 1995) Estudiante de Licenciatura en literatura. Algunos de sus escritos han aparecido en revistas y fanzines virtuales. Es dueño de la plaquette “Noche de perros”. Actualmente trabaja en un poemario titulado “Humanos del cielo”, y en la novela “Post Dog”.
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