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Ana Blandiana (Rumania, 1942). Destacada opositora al régimen de Ceaușescu, Blandiana forma parte del grupo de escritores que concibieron su vocación literaria como la de ser testigos de su tiempo y la literatura como una forma de resistencia moral. Autora de catorce libros de poesía, dos volúmenes de relatos fantásticos, nueve de ensayos y una novela, es la poetisa rumana actual más internacional y candidata al premio Nobel. De su obra se han traducido cincuenta y nueve libros a veinticuatro lenguas. Después de 1989, Blandiana reorganizó el PEN Club rumano. Fundó y presidió la Alianza Cívica (1991-2001), una organización independiente que luchó por la democracia. Bajo la égida del Consejo de Europa, Ana Blandiana ha creado el Memorial de las Víctimas del Comunismo y de la Resistencia, en Sighet. Además de haber recibido numerosos galardones literarios, nacionales e internacionales, en 2009, Blandiana fue condecorada con la más alta distinción de la República Francesa, la Légion d’Honneur por su contribución a la cultura europea y su lucha contra la injusticia. [Biografía tomada de Pre-textos]. Los textos aquí transcritos pertenecen a su libro Mi patria A4 (Pre-Textos, 2014).
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La historia del calendario
Aún no existía,
Sólo tú sabías que yo iba a ser.
Y a pesar de ello has fijado la fecha de la Anunciación
Sin consultarme.
¿O, tal vez, a ti tampoco te consultaron?
¿A ti también te pusieron
Delante de los hechos consumados?
Al fin y al cabo ¿qué hubiera podido decidir
Mientras nadaba en el líquido amniótico,
Amando
El traje de carne ardiente
Que se preparaba a desvestirme
Para arrojarme al mundo
Desnudo
Envuelto como en la placenta de un cuento…
Dime de verdad: ¿Tenías miedo de mí?
¿De la manera amenazadora en la que crecía
Dentro de ti, reemplazándote?
¿Es por miedo por lo que has decidido
Poner entre tú y yo
La historia del calendario?
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Caza en el tiempo
Siento que soy la presa
Pero no sé de quién,
Pues las alas y las garras que descienden
Sobre mí,
Y me encadenan a la sombra
Mucho antes de alcanzarme
Carecen de nombre.
Sólo la frescura del aire dibuja
La amenaza que se acerca
Con cruda y voluptuosa lentitud.
Sé que no hay salvación, pero
Tampoco sé qué sería la salvación.
Si intento huir, la sombra también cambia
Amoldándose a mi horizonte como las nubes,
Feroz y protectora en su cuidado
De no perderme, presa de otro.
En la espera, los sobresaltos se confunden,
El pavor se mezcla plácidamente en el misterio,
Desentrañar su enigma será mi sino:
Tengo que vivir hasta que encuentre la respuesta
Un tiempo igual al tiempo de la caza
En el que, al menos, sé que soy la presa.
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La patria del desasosiego
Esta es la patria del desasosiego
A punto de cambiar de opinión
De un momento a otro
Y, no obstante, sin renunciar a esperar algo indefinido.
Esta es mi patria,
Entre estas paredes
A unos metros los unos de los otros
Y ni siquiera en el espacio completo entre ellos,
Sólo en la mesa con papel y lápices
Dispuestos a moverse solos y a empezar a escribir,
Esqueletos animados bruscamente por unas plumas más antiguas,
Sin usar desde hace mucho tiempo, con la pasta seca,
Que se deslizan frenéticamente sobre el papel
Sin dejar ninguna huella…
Esta es la patria del desasosiego:
¿Conseguiré alguna vez
Descifrar las huellas que no se ven,
Pero que sé que existen y esperan
Que las pase a limpio
En mi patria A4?
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