
Finis patriae
Huérfana estoy de muros y de ciudad. ¿A dónde iré?
ANDROMACA – Quintvs Ennivs
Todos los días veo mi pasaporte
la fecha de vencimiento se acerca
y me pregunto, de verdad me pregunto
qué Salto Ángel
cuáles médanos
qué playas llenas de hordas
cuál desierto
selva
nieve y
volcán
me siguen aferrando
a esto que ya no es patria
y ni siquiera, tierruca.
***
Contrarrenacimiento
Yo no quiero volver a la Edad Media
no me mires con esos ojos andariegos
ya tenemos al rey elegido por Dios
al caudillo feroz sin caridad
la esclavitud supina
una libra de pan por un denario.
La intención no solo es detener el tiempo
sino volver a una etapa más salvaje, menos humana
tumbar los tres siglos de luces
—no me refiero, belleza hiperbórea, a las luces que resaltan tu figura en la noche—
Y volver a la última glaciación.
Torna la vista a la Isla Mártir
que con su filosofía de pobreza y abyección nos colonizó
Si comes tres veces al día
y tu piel no es amarillenta como el pus sino lozana y brillante
es gracias a la Revolución Industrial
y sus teólogos
gracias Smith, gracias Locke, gracias Menger
no nos dejes caer en la tentación
Y líbranos de El capital
Amén.
Volvemos a la Edad Media
matamos a Miguel Ángel, al conocimiento de Leonardo
quemamos todos los libros
vamos a la evolución inversa
el hombre no es el centro del universo
es el mono, es el burro
Y nosotros somos sus esclavos.
De Roma solo tomamos las detenciones arbitrarias
las crucifixiones de la plebe contra la plebe
las soluciones nauseabundas
a la falta de agua
a la falta de todos los inventos del capitalismo
el pan y el circo cada vez más animal
el pasado heroico y el patriotismo nos fueron negados
no somos hijos del fiero Marte
Sino del niño malcriado de Bolívar
Cuando comas dos veces al día, es que hemos retrocedido cien o cuatrocientos años. Cuando comas una sola vez al día, tu estómago será la rosa seca más bella del mundo. Cuando comas una vez al día, llamarás cena a lo que no sabrás si es almuerzo, desayuno, merienda. Cuando comas una vez al día, no tendrás fuerzas para recordar este poema.
Lo peor de todo, Galatea, es que cuando comas una vez al día, la poesía no habrá vuelto al verso medido y a la rima, a la cuaderna vía, al mestér de juglaría, y ya no habrá nadie que quiera escucharla.
¿Dónde estará tu bella cara, tus ojos miel, tus conocimientos deslumbrantes, pálida muerte, cuando yo coma una vez al día?
***
Jose Javier Malaguera (Táriba, 1995). Estudiante de Letras: Mención Lengua y Literatura Hispanoamericana y Venezolana en la Universidad de los Andes – Mérida. Ha recibido la segunda mención en la categoría Cuento del Concurso de Cuento, Ensayo y Poesía Digecex – ULA (2015), Tercer lugar en el VII Concurso de Narrativa Joven Gustavo Díaz Solís (2016) organizado por la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello y el segundo lugar en el “I Concurso de Poesía Andrés Bello, organizado por el Fondo Editorial de la Asamblea Nacional de Venezuela (2016). Todos estos textos pueden leerse en www.jjmalaguera.wordpress.com