María Isabel Martin Hidalgo (Valencia, 1997). Poeta. Reside actualmente en Valencia, Venezuela. Se graduó como periodista en la Universidad Arturo Michelena y se ha desempeñado como redactora y editora web para diversos proyectos digitales. En la actualidad cursa el Diplomado de Creación y Reflexión Poética de la Fundación La Poeteca en Caracas, Venezuelas. Ha sido publicada en las revistas digitales Tráfico Visual y Artishock. Formó parte del taller poético Espacios en Disolución de Oriette D’Angelo en 2020 y ganó el primer lugar en el Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas en el 2022 con su poema Perdí la lengua de un susto. Actualmente impulsa el proyecto Los Colacolitos, una cuenta de Instagram dedicada al collage y a las intervenciones visuales. Asimismo, trabaja en los esbozos de un podcast dedicado a la difusión literaria llamado El Ánimo de los Poetas.
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Y dame tú de puñalás
Y no digas que me olvidas
Carmen Linares
Murmullo de mujer decente
Palabras de aquella mujer decente
la escucharé decirme
ser tú es un arrebato, un capricho
no entiendes este sexo detenido
no eres expansión ni carcajada de otra
besarás una flor y te matará
puñal de cuatro esquinas entre la vulva fuego
y el hígado,
vomitarás y me verás despellejándote
no serás nunca esto
no podrás hacerte de ellas ni de ellos
eres sílaba muda sin contraste
mentirosa, antagonista
fatal murmullo de la noche.
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es un canto de amor un canto de penumbra
Hanni Ossott
Mi cielo, tu arco
1- Tengo una vida sin tocar el cielo
2- Me he caído muchas veces
3- Y todavía no me duele esta parte del cuerpo
4- Pero poco falta para que mis pies sean hormiga
5- ¿Tú también ves esto?
6- Aquí hay un camino de amapolas negras y allá estás tú
7- Abre tu boca para que los colibríes canten y desmayen
8- Cierro yo la mía, apenas una garza indómita asustada
9- Hacia el norte no hay rostros que nos vean
10- Existe nada, nada, nada
11- Apenas algo que diré
12- Dos margaritas agachan su tallo tocando tu rodilla
13- Tres dientes que caen y me regalan tus auroras
14- Recordarás apenas el polvo milagroso y crudo
15- De tu luna asomada a tu pollina y del sol la punta de tu lengua
16- Y no habrá más aire
17- No existen cielos donde quepa tanto.
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