Iliana Pichardo Urrutia (Salt Lake City, Utah, 1980). Escritora, guionista y realizadora de documentales. Se dedica a investigar el archivo familiar, el linage femenino, la identidad y el cuerpo, a través de la experimentación en el lenguaje, la imagen en movimiento y el sonido. Actualmente reside en El Paso, TX, donde cursa una maestría bilingüe en Escritura Creativa.
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Postales
Objetos rescatados del naufragio:
una postal
que compraste en una ciudad con puerto
tenía la ilustración a lápiz
de un baúl antiguo de viaje
y unos versos
la compraste porque ya añorabas
esa ciudad antes de irte
la sal da nostalgia, lo sabías
los espacios secretos
los interiores húmedos
la relación inversa con el tiempo
que no deja morir la presencia
y trae de vuelta los muros
las calles angostas
los tranvías
desde entonces la llevas contigo
en cada nueva vida
la muerte necesita altares, lo sabías.
⁂
El niño de agosto
Quisiste morir un día de agosto
pero quizás no fuiste tú
tal vez te murieron
tenías casi dos años cuando
el vórtice se había creado
tu galaxia y tu muerte:
la segunda
un nombre fragmentado
luna partida
por la ausencia
tu abrigo se volvió
la humedad toda
de tu madre
la marca que una inundación deja
en la pared de alguna calle
hasta aquí llegó el agua
dice la marca
hasta aquí vivió
tu hermano
nació y murió
un día de agosto
también tú
un cuerpo roto
que no quería morir
pero moría.
⁂
Querer volar no te hace ave
Su cuerpo era frágil
en el aire
la gravedad truncó
su vuelo
¿Hermana – pájaro?
estaba en el piso hecha ovillo contra la cama. quiso volar de un colchón a otro como si fueran montañas, pero antes de llegar aterrizó en la base de la cama de cemento
duro
frío
cuando desplegó su cuerpo viste que su pierna ya no era para caminar, ahora era una funda de sangre, un río, una canoa, que asomaba las costuras, las capas intermedias de los músculos y el hueso, como el carozo de una fruta roja, una ciruela, abierta de par en par
estaban solas
en ese cuarto de hotel
de playa
habían subido a ponerse el traje de baño
para ir al mar
tú batallabas con la puerta / una ballena pesada que no quería abrirse // tu hermana golpeaba la ventana / desde una torre gritaba / un aullido de sirena agonizante >> tú, cuerpo de niña de ocho años desnudo, resbaló sobre ese piso rojo, un tapete de arterias y venas desbocadas // entendiste lo que es el adentro de la piel / lo que ha de morir >> tú, otra muerte >> recordatorio: el cuerpo es frágil // la que destrabó la puerta fue tu hermana y por protegerla corriste por el pasillo / gacela ensangrentada / detrás iba ella con sus plumas rojas derrotadas / arrastrando una extremidad que iba dejando el trazo de su vuelo sobre el piso
Abuelo tomó el control de todo
se llevó a Papá-pájaro y Mamá-pájaro
que no atajaban el vuelo
porque sus ojos y sus brazos
acunaban en su nido a ese polluelo maltrecho
que graznaba en su dolor
Tú, efigie roja, te quedaste con la Abuela
quietecita y de pie
contra la pared mirabas
a las camaristas que afanadas
quitaban sábanas
limpiaban rastros
de sus juegos de niñas
y campos de batalla.